En España, el mercado de renovables se ha regulado mediante subastas, y en estos momentos el sector está expectante ante el inminente desarrollo de la nueva regulación para estas. 

Para llegar a un óptimo funcionamiento del mercado de derechos de emisión de gases de la UE (ETS), no sería descabellado plantearnos si sería posible establecer un sistema similar de subastas. El funcionamiento de este mercado, en resumen, sería el siguiente: un emisor perteneciente al ETS tiene asignada una cuota de emisiones de CO2. Puede ocurrir que sus emisiones superen dicha cuota, con la consiguiente sanción estipulada, o bien que consiga reducir dichas emisiones por debajo de su cuota, pudiendo vender el excedente a otro emisor con el consiguiente beneficio. 

Como todo sistema de mercado que se pretenda instaurar, además del componente social o sostenible, debe incorporar un aliciente económico que permita la incorporación del mayor número posible de participantes.

¿Cómo podría funcionar un mercado de Certificados Verdes (CV) en el sector de las renovables?

1. Definición de Objetivos. La Administración debería establecer unas cuotas generales de producción de energía verde. Este objetivo podría venir indicado en forma de cantidad total fija en TWh generado, o bien en aras de una adaptación a las fluctuaciones de cada ciclo económico, como un porcentaje respecto a la demanda o a la producción.
2. Definición de actores. Dentro del esquema Generadores-Comercializadoras-Consumidores, es necesario definir quién deberá cumplir los objetivos señalados anteriormente. Nos inclinamos por lo que quizás sería más simple: Los Generadores de energía. Estos deberán cumplir con un porcentaje de generación de energía limpia, y acreditarlo mediante su equivalencia en Certificados Verdes (CVs). 
3. ¿Quién acreditaría los CVs? En Europa no sería necesario crear ningún nuevo sistema de acreditación. Ya funcionan las Garantías de Origen Renovables (GOs).
4. Sanciones/incumplimientos. Como todo sistema de cuotas, es necesaria la compensación económica en caso de incumplimiento, que además provoque la dinamización del propio mercado de CVs. Es decir, si no se llega a la cuota de energía procedente de fuentes renovables genera una sanción, el mercado secundario puede ofrecer esos CVs que sean necesarios a un precio que compense su adquisición, procedentes de generadoras que ya hayan cubierto su objetivo.

En definitiva, un mercado de CVs aportaría un doble beneficio al sector de las renovables: una nueva vía de ingresos con la compraventa de certificados y una mayor competitividad derivada de las sanciones por generación convencional.