Por ello, ejecutar un nuevo diseño del sector eléctrico y regularlo con el fin de que llegue a ser cien por cien renovable, garantizando el equilibrio del sistema, son temas sobre los que los diferentes integrantes del sector energético han discutido en estos días en el marco de un encuentro promovido por la Fundación de Energías Renovables, con la ayuda de la Fundación Europea del Clima (ECF) y el Proyecto de Asistencia Regulatoria (RAP).

Uno de los aspectos más controvertidos ha sido la labor que va a desempeñar el autoconsumo colectivo en un futuro cercano y la forma en que pasará a ser una parte integrante del mercado, sobre todo en aquellos casos en los que se convierta lo que ha venido a llamarse una “comunidad de ciudadanos” organizada con el fin de producir energía, repartiendo la electricidad generada entre sus integrantes y, si hubiera sobrante, derivarla a la red.

Sin embargo, optimizar el autoconsumo colectivo implica la necesidad de habilitar el denominado “autoconsumo dinámico” cuya regulación se está haciendo de rogar. Actualmente está regido por la llamada “versión estática de coeficientes rígidos” que consiste en que cada miembro del colectivo se surte de la instalación en base a su porcentaje de inversión o potencia comprada y no de la electricidad que consuma en realidad.

Los asistentes al encuentro pusieron sobre la mesa que lo que se entiende por “comunidad de ciudadanos” no tiene por qué quedar restringida a una simple asociación de propietarios o vecinos de un edificio, planteando la posibilidad de que se organicen en “comunidades locales de energía” donde se intercambie energía eléctrica a nivel local. De ese modo, podrían llegar a tener un papel altamente eficiente dentro del sector eléctrico.

A pesar de que pueden parecerse a lo que se entiende por “agregador de demanda” (empresa que se dedica a la gestión de diversos demandantes de electricidad para ofrecerles un precio más económico a cambio de una comisión, al mismo tiempo que surte a la red eléctrica por un importe estipulado), los participantes en la Jornada opinaron que no existe la necesidad de llegar a ese punto ya que no resultaría tan ventajoso y podría ser más complejo de administrar.

Algo similar a una “comunidad local de energía” están llevando a la práctica las comunidades de regantes que venían denunciando, desde hacía más de 10 años, la lamentable situación en la que se encontraban.

Como consecuencia de la desaparición de las tarificaciones especiales por el pretexto de compensar el déficit de tarifa, los regantes se veían obligados a abonar un servicio que únicamente usaban en época de riego, aumentando la partida de costes destinada al consumo eléctrico. En otras palabras, no les permitían tener 2 contratos distintos de suministro (con potencias distintas) dentro de la misma anualidad.

Más adelante, el año pasado, el Real Decreto de Medidas Urgentes para la Sequía (1/2018), les concedió vía libre para poder hacerlo, aunque, todavía, no haya sido factible ponerlo en práctica.

Finalmente, con el objeto de no verse perjudicados por la estacionalidad del uso que hacen de la electricidad y reducir costes en este sentido, han decidido agruparse. De este modo la “comunidad local de energía” está consiguiendo mejorar el gasto de electricidad de sus equipos para bombear y distribuir el agua, utilizando la energía solar procedente de instalaciones fotovoltaicas. Para hacerlo eficazmente, monitorizan dichas instalaciones y los datos obtenidos les permiten optimizar la gestión de manera continua.

Este es solo un ejemplo de cómo el autoconsumo eléctrico se está propagando cada vez más entre los usuarios.

Si necesita que le asesoremos sobre las instalaciones de autoconsumo colectivo o sobre las comunidades locales de energía, puede contactar con nosotros. En Coagener somos expertos en tecnología solar fotovoltaica y le asesoraremos personalmente.